Caso real I: malapraxis en el parto con resultado de incontinencia

Empezamos esta semana la publicación de algunos de los casos que hemos llevado en el despacho en los últimos años como muestra representativa de las negligencias médicas más comunes en el parto. Cada mes expondremos un resumen del caso y publicaremos un extracto de la sentencia. Nuestra intención es mejorar la atención obstétrica previniendo frente a actuaciones y omisiones que producen malos resultados neonatales. Esperamos que, desentrañando esos errores y mostrando sus consecuencias, los profesionales de la ginecología puedan evitarlos en su práctica asistencial.

El caso que nos ocupa es un ejemplo de los riesgos que conllevan las prisas en los paritorios y sus consecuencias. Verónica acudió a nosotras porque sufría incontinencia fecal y urinaria y un trastorno de estrés postraumático grave por la atención que recibió en el Hospital de Fuenlabrada al dar a luz.

Resumen del caso

Verónica había acudido al hospital con el parto muy avanzado. Llegado el momento de dar a luz, y a pesar de tanto la madre como el bebé se encontraban perfectamente, la ginecóloga decidió extraer al bebé con fórceps. En mujeres que ya han tenido un hijo y tienen puesta la epidural, la fase de expulsión (desde que la dilatación es completa hasta que el bebé nace) puede durar hasta tres horas. Sin embargo, en el caso de Verónica, no le dieron más que una hora y media de tiempo. Además, nadie le explicó la necesidad de extraer a su hija con fórceps ni le pidió su consentimiento.

El fórceps se aplicó sin suficiente analgesia, lo que le provocó un dolor terrible que la hizo gritar y revolverse en la camilla. Como consecuencia se produjo un desgarro grave del esfínter anal que se reparó mal. Por si esto fuera poco, en los informes la ginecóloga culpa a la propia víctima de lo sucedido “por revolverse en la camilla mientras ella introducía los fórceps”.

El desgarro del esfínter anal es una lesión grave pero, detectada y reparada a tiempo, no suele dejar secuelas. En el caso de Verónica, sin embargo, la lesión no se reparó adecuadamente y además se quitó importancia a las quejas de la paciente y se ningunearon sus preocupaciones.

Uno de los dramas añadidos que tiene que vivir las mujeres que sufren incontinencia es el peregrinaje de consulta en consulta hasta que reciben un diagnóstico y tratamiento correctos. Y aun con un tratamiento rehabilitador posterior, si el esfínter anal no se repara de forma correcta e inmediatamente tras el parto, la incontinencia puede ser de por vida.

Tras analizar el caso, presentamos una reclamación de responsabilidad patrimonial del Servicio Madrileño de Salud y una demanda ante los tribunales. Es fundamental, en este tipo de procesos, contar con la ayuda de un buen abogado especializado en negligencias médicas y de un equipo de peritos expertos e independientes.

Resolución del caso

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid consideró que la asistencia al parto no había sido conforme con la buena práctica y reconoció a Verónica el derecho a ser indemnizada con 215.145,58 € más los intereses correspondientes.

Se puede consultar aquí un resumen de la sentencia.