Día Internacional de tolerancia cero con la mutilación genital femenina

Hoy es el día internacional contra la mutilación genital femenina. Con frecuencia se piensa que es algo ajeno a nuestra cultura, y sin embargo también nosotros tenemos nuestra particular y muy occidental forma de mutilar genitalmente a las mujeres: la episiotomía. Lo hacemos aprovechando un momento de máxima vulnerabilidad de la mujer, que es durante el parto, y lo llamamos un “cortecito limpio” para “ayudar” a nacer al bebé. Pero ni es limpio ni es una ayuda, como tampoco limpia ni purifica la amputación del clítoris de las niñas. La episiotomía consiste en cortar con tijera la piel, músculos, nervios y fascias que rodean la vagina. Hace años que la ciencia viene alertando de que no tiene los beneficios que se le suponían y sí muchos perjuicios para la salud de las mujeres: lesiona el suelo pélvico, causa dolor en las relaciones sexuales, puede producir una cicatriz fibrótica y dolorosa y, en algunos casos en los que se afectan los esfínteres, incontinencia.

Mardsen Wagner, que fue Director del Departamento de Salud Materno-Infantil de la OMS dijo que “realizar demasiadas episiotomías ha sido correctamente etiquetado como una forma de mutilación genital en la mujer. El índice de episiotomías del 89 % en España constituye un escándalo y una tragedia» (Wagner, 2000). Desde que Wagner hizo esta declaración las tasas han disminuido mucho, a pesar de lo cual la media actual del 42% en el Sistema Nacional de Salud sigue siendo calamitosa. Es inaceptable que se siga practicando y se haga además sin consultar a las mujeres afectadas. Porque, como tiene declarado la jurisprudencia, la episiotomía es una intervención quirúrgica que conlleva riesgos y requiere de una indicación válida y del consentimiento de la persona que va a padecer sus consecuencias.

Como ejemplo, esta Sentencia del Tribunal Supremo de 25 de septiembre de 2012, confirma la condena al Servicio Madrileño de Salud (Hospital Gregorio Marañón) por una episiotomía con resultado de incontinencia fecal de la víctima. Nos queda mucho por cambiar en torno a la mutilación genital femenina, en todas partes.

Foto de la derecha de sj liew