¿Por qué la violencia obstétrica es violencia de género?

Al Observatorio de Violencia Obstétrica ha llegado una consulta de una estudiante al que su profesorado le ha pedido que argumente porqué considera que la violencia obstétrica es violencia de género. Como es una cuestión importante para nosotras, hemos decidido plasmar aquí nuestra respuesta y hacerla pública:

La violencia obstétrica es un tipo de violencia que sólo puede ejercerse sobre las mujeres. Y puesto que sólo las mujeres pueden quedar embarazadas y necesitar tratamientos en salud materno infantil, cuando se les niega, restringe u obstaculiza de manera injustificada se las coloca en una posición de desventaja y desigualdad respecto a los hombres.

Al afectar de forma desproporcionada a las mujeres, es una de las formas más graves de discriminación.  La discriminación se basa, en muchas ocasiones, en estereotipos de género, cuyo propósito es perpetuar estigmas relacionados con el cuerpo de la mujer y sus funciones tradicionales en la sociedad en lo que respecta a la sexualidad y a la reproducción.

Esta realidad ha sido reconocida por el Comité para la Eliminación de la Violencia sobre la Mujer de Naciones Unidas en diversos documentos, pero especialmente en la resolución contra España por violencia obstétrica, Decisión CEDAW/C/75/D/138/2018, de 6 de marzo de este año.  También el Comité para la igualdad y no discriminación del Consejo de Europa se ha ocupado de esta cuestión y en septiembre de 2019 emitió un informe en el que considera que la violencia obstétrica y ginecológica es una vulneración de los derechos humanos de las mujeres.

En 2019 la Relatora Especial de Naciones Unidas para la violencia contra la mujer, Dubravka Šimonović, también emitió un informe que consagra el término de violencia obstétrica como una forma de violencia generalizada e incluso normalizada por la sociedad e invita a los Estados miembros a tomar cartas en el asunto para acabar con ella. La Relatora considera que los procedimientos médicos coercitivos o no consentidos, la falta de confidencialidad y el hecho de no obtener el consentimiento plenamente informado violan los derechos humanos de las mujeres y son una forma de discriminación.

Es muy importante que los estudios sobre violencia de género incorporen la categoría de violencia obstétrica como una de las múltiples formas en las que se discrimina a las mujeres por razón de su sexo.