Sentencia indemnizatoria por secuelas por mal funcionamiento de Essure

Hoy nos hacemos eco de una sentencia contra la farmacéutica Bayer por los problemas y secuelas del mal funcionamiento de su método anticonceptivo Essure.

Essure es un pequeño dispositivo con forma de muelle que, colocado en las trompas de Falopio, provoca una inflamación que previene los embarazos no deseados. Esta es, grosso modo, la descripción que se facilitaba en las consultas ginecológicas a las mujeres que accedieron a implantárselo. Sin embargo, los riesgos que entrañaba su utilización se saldaron con secuelas muy importantes en una parte de sus usuarias. La Agencia Española del Medicamento requirió a Bayer su retirada del mercado en agosto de 2017.

Se trata de un problema global del dispositivo. En agosto de 2020, Bayer anunció que pagaría 1,6 mil millones de dólares para poner fin a prácticamente todas las demandas de Essure en los Estados Unidos. En este país, Bayer dejó de comercializarlo en 2018, pero no retiró el dispositivo de las mujeres que ya lo tenían implantado.

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Sentencia Essure

En 2014 se le implantó el dispositivo a la demandante, que empezó a sufrir sus efectos desde el primer momento. Tras un embarazo no deseado, dolores insoportables, reglas muy abundantes y dolores de cabeza, decidió retirárselo. Para librarse del Essure necesitó 4 operaciones quirúrgicas que supusieron la pérdida del útero y del cérvix. La mujer decidió entonces denunciar a la farmacéutica por la vía civil para reclamar por los daños sufridos. La sentencia del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Orihuela ha estimado su demanda y ha fijado una indemnización de 226.000 € a su favor.

Son muchas las mujeres que han venido denunciando la pérdida de su calidad de vida tras la implantación de este dispositivo. De hecho, en nuestro país hay asociaciones de afectadas por el Essure reclamando atención y compensación por los daños sufridos. Sin embargo, el paternalismo e infantilización de las mujeres en las consultas médicas ha retrasado el reconocimiento del problema. Hay un sesgo de género en medicina que a las mujeres nos pasa factura y, tal como pone de manifiesto Caroline Criado Pérez en su libro “La mujer invisible”, puede llegar a costarnos la vida. Este fallo es tan importante porque abre la puerta al éxito de las reclamaciones de otras mujeres afectadas.

Francisca Fernández Guillén – Abogada especialista en derechos sexuales y reproductivos www.franciscafernandezguillen.com